Preguntas Frecuentes

Apartando el hecho de que cada curso está orientado a ofrecer contenido o información 100% aplicable en la práctica de la ingeniería civil y arquitectura, desde el punto de vista de la metodología instruccional buscamos privilegiar que el contenido sea completamente audiovisual. 

Encontrarás que la mayoría de nuestros cursos tienen un alto contenido de narración, pero es la narración estrictamente necesaria para poder explicar claramente los métodos de cálculo y/o diseño, sea a través de diapositivas o mostrando cómo utilizar determinado programa computacional. 

Verás así que buscamos crear presentaciones con muchas animaciones, que muestran de forma gradual o progresiva el contenido. 

¿Cuántos profesores has tenido que, al utilizar diapositivas, se limitan simplemente a sobrecargarlas con un texto que es leído por ellos? 

Unos cuantos, ¿verdad?

Esto es, simplemente, redundante, innecesario…

En nuestro caso, en contadísimas (y especialísimas) ocasiones verás una diapositiva que contenga párrafos de texto mientras exista una narración, pues es un concepto básico de la preparación de contenido instruccional: 

si lo puede leer el alumno, ¿para qué tiene que releerlo el profesor? 

De hecho, para cuando el profesor haya terminado de leerlo en voz alta (en el orden de 110 palabras por minuto), de seguro ya tu habrás terminado de leerlo desde la diapositiva pues, en la lectura silenciosa, leemos a una velocidad de 200 palabras por minuto. 

Por otro lado, como nuestra intención es mostrar, de la manera más práctica y concisa posible, conceptos que pudieran resultar de cierta complejidad, nos preocupamos por emparejar la narración con lo que progresivamente se va presentando en pantalla en la forma de gráficos, ecuaciones y tablas de diseño. 

¡Nunca, jamás, releemos lo que está en la diapositiva!

Ciertamente que estamos conscientes de que hay teorías instruccionales en las que se plantea que las personas aprenden mejor si la narración se realiza con una voz humana. 

Pero también es cierto que en los tiempos actuales muchas voces sintéticas, o generadas por computador, son de muy buena calidad (cada vez son menos “robóticas”), convirtiéndose a la fecha en parte integral de muchos sistemas de aprendizaje online:

(¿has probado programas como Duolingo para aprender algún idioma? Son aplicaciones exitosas basadas en voces electrónicas). 

Por otro lado, resultan bastante económicas (en tiempo, dinero y, hasta cierto punto, en comprensión del contenido por parte del alumno) para la generación de material instruccional: 

• Permiten generar un audio (narración) sin tener que recurrir al tiempo (y costos) de una persona que narre el contenido. Esto se traduce en la posibilidad de generar, en un plazo de tiempo muy reducido cursos económicamente más accesibles.

• Evitan el proceso de edición del audio resultante (para omitir Uhmmms, ehmmms, etc.)
• Facilitan el proceso de actualización o corrección de errores, si es el caso, del audio pues no se requiere contratar, nuevamente, al narrador original para generar una nueva grabación. Es sólo, generar la parte corregida y realizar un “corta y pega” para dejar todo listo para ser entregado.
• Permiten seleccionar el género (masculino o femenino) y hasta el acento (Español de México o de España, por ejemplo) para la voz, lo cual agrega versatilidad/diversidad a la entrega de contenidos en los cursos.

En el artículo (en inglés) que encontrarás haciendo clic aquí podrás leer acerca de algunos estudios que demuestran que el uso de voces electrónicas no necesariamente es negativo para el aprendizaje. 

En cualquier caso, buscamos equilibrar la cantidad de cursos creados utilizando voces humanas con los que incluyen voces sintéticas, siempre en atención a la temática respectiva.